Funassyi

El otro día estaba viendo un programa de cámara oculta en la tele, y hacia el final del programa comprobaban la reacción de un niño pequeño si un yuru-kyara, o mascota, le pedía ayuda. Como persona bastante friki de los yuru-kyara lo vi con esperanza de que fuera alguno de los que soy fan, pero para mi decepción resultó ser Funassyi, la mascota no oficial de la ciudad -en realidad es un poco pueblo...- de Funabashi, en la prefectura de Chiba.
Primero fue decepción porque es una mascota con la que no estoy familiarizada, y porque da bastante grimilla, pero durante su actuación logró llamar bastante mi atención. Lo que más me sorprendió es que habla.
Para los que penséis que no es algo sorprendente, ¿cuántas veces habéis visto a la típica mascota de parque temático que se pasea para hacerse fotos con los clientes hablar? Efectivamente, es algo así como la regla no escrita de las mascotas, no hablar en actos públicos.
No es la única regla no escrita que se pasa por el forro, además suele llevar el disfraz un poco sucio por alguna parte y se le ve claramente la cremallera por detrás, que suele llevar un poco abierta. Es la anti-mascota, vamos. Imagino que por eso su popularidad está creciendo enormemente, aunque Funabashi aún no haya reconocido a Funassyi como mascota oficial.
Por cierto, este es el aspecto que tiene:

Es como si lo hubiera diseñado un niño de 3 años, sí.

Se supone que es una pera japonesa. Las peras japonesas curiosamente tienen forma de manzana, lo que me hizo pasar mucho tiempo sin lograr que los japoneses me entendieran cuando describía algo como "tiene forma de pera".

Una pera japonesa. Están ricas, por cierto.

Otros detalles curiosos son que siempre acaba las frases diciendo "nasshii" y que cuando baila se mueve como si le estuvieran dando convulsiones. A decir verdad, tras investigar un poco y verme unos cuantos vídeos, yo también me he vuelto fan de Funassyi.
Como una imagen dice más que mil palabras, os pongo unos cuantos vídeos. En el primero no habla, pero hay que verlo.

En el siguiente le tenéis en todo su esplendor:

Pan de molde made in Cal

Cuando estaba en el curso de principiantes en la escuela de japonés, había un compañero de clase taiwanés que se solía traer una bolsa de pan de molde para comer entre clase y clase. Era el pan baratillo del súper -a estas alturas me conozco todos los panes de molde que venden en los supermercados de Tokio y Saitama-, el que es totalmente insípido.
La primera vez que le ví sacar la bolsa pensé que sacaría algo más para hacerse un sandwich en clase o algo así, pero no. Sacó una rebanada y se la empezó a comer a palo seco, y así con el resto de las rebanadas. En Japón el pan de molde se suele vender en bolsas de entre 3 y 8 rebanadas, así que no os horroricéis pensando que se comía 20 rebanadas a palo seco al día. Creo recordar que compraba bolsas de 6.
Se que en el este de Asia se come mucho más arroz que pan, y nunca he estado en Taiwan -aunque tengo pensado ir en el futuro-, así que no se cómo de malo tiene que estar el pan de ahí para poder comerse eso tal cual. El caso es que el pan de molde de supermercado japonés no sabe a nada a no ser que lo tuestes -gana bastante si lo untas de mantequilla antes de tostarlo, por cierto-. Yo me he tirado años sin comer pan de molde sin tostar hasta que empecé a hornearlo yo misma en casa.

Me gusta poder comer dos variedades de pan en casa, así que cuando fuimos a comprar el banneton a Kappabashi, pillamos un molde para probar -de unos 20 cm, que mi horno no es muy grande-, y resultó ser una muy buena idea.
¿Y qué aspecto tiene un pan de molde mío cualquiera? El que os voy a enseñar es la receta de Simple milk loaf, de Dan Lepard -por si os da por intentar prepararlo. La receta es fácil de encontrar-, con las cantidades reducidas porque mi molde es pequeñito y cuando lo hice con las cantidades tal cual sobresalía tanto del molde tras la fermentación que casi no consigo meterlo al horno. No os esperéis un aspecto muy profesional, que yo he aprendido panadería por mi cuenta...

En el molde.

Enfriándose en la rejilla. Creía que lo había desgasado bien pero le salió una burbujilla por detrás.

La miga.

De sabor os puedo decir que está buenísimo. Lo malo es que tanto el pan rústico como el pan de molde caseros se acaban en un abrir y cerrar de ojos, porque a Kazuki también le encantan.

Hala, pues me voy a comer un desayuno majete de pan con la alternativa italiana a la Nocilla y paté ibérico -algún día explicaré dónde compro estas cosas a precio asequible-.

Celebración en Odaiba

La semana pasada Kazuki y yo celebramos nuestro aniversario, y entre otras cosas uno de los sitios a los que fuimos para celebrarlo fue Odaiba. Aunque hizo mucho viento y estuvo el clima raro, las vistas eran bonitas. Este es el aspecto que tenía la zona ese día.

La gran tortuga

Últimamente he tenido que ir varias veces a Ryogoku, barrio donde te puedes encontrar luchadores de sumo con mucha facilidad, y me he encontrado algo que no tiene nada que ver con el sumo pero que me llamó la atención. Al igual que en la entrada anterior, el tema sigue siendo de tortugas.

Es enorme, por cierto.

Tortugas de moda

No lo digo porque las tortugas estén de moda -que no lo están a pesar de lo que molan-, sino porque me las encontré en una callejuela de Harajuku, que se asocia a la moda callejera -mi intento de traducción de "street fashion"- inmediatamente.

Me gustan las tortugas.

Últimas creaciones

Hace mucho tiempo que no comento en el blog nada acerca de ropa o accesorios que haya hecho. No se debe a que no haya estado haciendo nada últimamente, sino a que se me ha ido pasando, se me ha ido pasando, y se me ha ido re-pasando escribir sobre ello.
Ahora estoy a medias de hacer una minifalda de capas, que de momento está quedando bastante chula. Espero lograr acabarla sin cargármela... Pero dejemos de lado cosas a medias. Lo último que he completado son postizos para el pelo, para ir mona a las fiestas underground por las que me dejo caer de vez en cuando.

El primero que hice consiste en una bandana con rastas de forro polar. Ideal para llevar la cabeza calentita en invierno. Lo estrené en el Artism Festa 2012 Winter, combinado con mi flequillo postizo azul con mechas violeta que nunca se ven en las fotos.

Hagamos un poco de egoblog, hala.

Y por si os interesa el look completo, foto hecha por Ray Ochiai en la fiesta. Los pantalones también son obra mía.

El segundo es un postizo más simple hecho con cyberlox azules, y cyberlox de rayas color rosa y morado. Si os fijáis, últimamente intento usar materiales ligeros para cosas que tenga que llevar en la cabeza. Mi cuello y mis hombros me lo agradecen mucho. Lo estrené en el Alamode Night de febrero de este año. Por cierto, cubren muy bien por detrás.

 D.e.p. a mis goggles, cuya goma se fue a la mierda un mes después y están a la espera de que les ponga otra.

Y el look completo, ya que estamos.

Esto no es todo. ¡Toca seguir creando! 

Hanami 2013

Este año, a pesar de lo loco que ha estado el tiempo, con un día de frío, uno de calor, uno de lluvias, etc., los cerezos han florecido antes de tiempo. Da igual que florezcan pronto o tarde, una primavera sin hanami no es una primavera, así que este año aprovechamos un día de clima primaveral y nos fuimos al lago de Ukimafunado, que nos pilla cerquita, a comer rodeados de flores.

Tras dar una vuelta elegimos un banco con buenas vistas enfrente de un cerezo y del lago y sacamos la comida. Para comer en un parque los bocatas siempre son buena idea, así que el menú consiste en mi pan rústico casero, embutido de pollo casero, ensalada de patata y tortilla española con espinacas. El toque japonés son las latas de cubatas ya preparados y los palillos para coger la tortilla.

Tras relajarnos y llenarnos el estómago, continuamos explorando un poco la zona.

No me he vuelto más bajita, es la perspectiva.

El Gundam a tamaño real de Odaiba

La de tiempo que lleva el Gundam a escala real ahí pululando por Odaiba, y yo que todavía no lo había visto en vivo y en directo. Pues por fín me he desquitado.

 

He de reconocer que me lo encontré de casualidad. Pensaba que ya lo habían quitado.

Todai

La Universidad de Tokio es de donde salen los que se acabarán convirtiendo en presidentes de las empresas líderes de Japón. Conseguir pasar el examen de acceso -cada universidad japonesa tiene el suyo propio, así por joder, y este es de los más difíciles- te asegura el futuro. No comento nada acerca de graduarse porque la dificultad es entrar y poder pagarlo 4 años.
Con tanto prestigio que tiene, no es raro ver grupos de turistas visitándola. Cuando estuve allí me encontré varios grupos del inserso japonés haciéndose fotos delante.
A mí me llamó especialmente la atención la Puerta Roja, que parece más el acceso a un templo que a una universidad.

El campus por dentro también es chulo de ver. A mi me descolocó descubrir que tiene su propio Starbucks.

¡Qué me estás contando!

Miraikan

El mes pasado estuve acompañando a un grupo de estudiantes de instituto de Iwaki, en Fukushima, que estaban de viaje de estudios por Tokio.
Tras reunirnos en la Todai -Universidad de Tokio, de la que hablaré próximamente-, donde ya habían pasado la mañana haciendo turismo y comprando recuerdos, fuimos al Miraikan, el museo de ciencia emergente e innovación, que se encuentra en Odaiba, al que ya hacía tiempo que quería ir, a decir verdad.
Es más para ir que para verlo en fotos, la verdad es que es bastante entretenido. Me encanta el planeta que tienen girando por ahí en medio.

Se podían realizar varios experimentos dependiendo de la planta. Yo me lo pasé bien simulando una extracción de un tumor cerebral de un paciente de mentira, aunque esto no acabó de triunfar entre los niños.
No hice muchas fotos porque pasamos más tiempo en la tienda de recuerdos que viendo el museo en sí, pero la verdad es que también tienen cosas chulas en la tienda.