Por fín mejora el clima.
Hala, volvamos al karaoke en cuestión. Una norma de estos establecimientos es que no se puede traer comida ni bebida de fuera -como un cine, vamos-, y normalmente es obligatorio pedir una bebida o un drink bar -barra libre de refrescos normalmente-. En Manekineko, aunque está la norma de pedir bebida, como en cualquier otro karaoke, sí que permiten traer comida y bebida de fuera.
Como nos pilla cerca y está de precio más o menos como el karaoke al que vamos normalmente, pasamos el otro día. Haciendo honor al nombre, la mascota es un manekineko, que no solo decora bastantes partes del local, sino también las jarras de bebida.
Como se encuentra en Saitama, la mascota de la prefectura también se une al minino a cantar unas cuantas canciones.
Manekkii (en serio, se llama Manekkii) y Kobaton.
Curiosamente, la sala de personal también tiene un Manekineko como decoración. Si os fijáis, no solo hay un gato.
Los ratoncitos también son bienvenidos aquí.