Para olvidarse del calor, el exceso de humedad, y los insectos hiperdesarrollados -mi teoría de que se alimentan de flores abonadas con plutonio cobra fuerza cada año-, qué mejor que un chapuzón. Por eso la señorita Madness y yo teníamos planeado ir a ver los fuegos artificiales de Kamakura, como todos los años, que los tiran desde el mar, y aprovechar para hacer día de playa, pero los cancelaron debido a olas altas.
Eso no nos iba a quitar el día en remojo, así que acabamos yendo a un parque acuático en lugar de a la playa.
El parque acuático al que fuimos se llama Summer Land -en japanglish "samaarando", escrito サマーランド-. Se encuentra en la zona Oeste de Tokio, a media hora en autobús de la estación de JR de Hachiouji, así que fuimos allí, cogimos el autobús -500 yens que cuesta para adultos-, y efectivamente media hora después llegamos a la zona pueblerina profunda de Tokio.
¡Hemos llegado!
Alrededor es todo verde, montaña y carretera. También hay un parking, para los que podáis conducir legalmente en Japón -como no tengo oportunidad de conducir todavía no me he sacado el carnet aquí. Algún día-.
Una vez entramos hay una zona interior, una zona exterior y un parque de atracciones normal. Se puede comprar la entrada para usar el parque de atracciones y el parque acuático, o la entrada para el parque acuático nada más.
Queríamos agua y estaba chispeando, así que pillamos la segunda. Por cierto, en la página web hay cupones de descuento. El de la entrada para la zona acuática era de 100 yens nada más, pero es mejor que nada -con descuento se quedaba en 3400 yens la entrada para adultos-.
Una vez pagas y pasas a la zona de la piscina interior, se pueden ver una piscina de olas y unos toboganes. Esta foto la hice cuando el sitio ya estaba casi cerrando.
Por cierto, en las piscinas japonesas se llevan mucho los flotadores y las colchonetas. Si os da envidia ver gente jugando con ellos vendían justo enfrente.
Sí, lo de la derecha son pokéball inflables.
En la tienda también venden bañadores y bikinis -los segundos mayormente con relleno-, por si se os hubiera olvidado en casa.
Detrás de la piscina de olas está la zona infantil, pero la foto no me salió demasiado bien, así que pasemos a la zona exterior, que es la que mola más.
En la zona exterior hay varios toboganes, piscinas, una nagare pool -piscinas poco profundas circulares con corriente para que te dejes llevar-, una zona en plan balneario con el agua a 40 grados que no probamos -pero cuando te entra frío llama, por muy verano que sea-, y zonas de juegos. No hice foto, pero había algo rollo como las zamburguesas de Humor Amarillo -originalmente "Fuun Takeshi jou"- pero sin dolor. Ahora puedo corroborar lo fácil que es caerse de ellas.
Ducha amorosa.
El tobogán estrella, que entra en el ticket que permite pasar al parque de atracciones y a la zona acuática pero que hay que pagar aparte si se tiene solo el ticket de la zona acuática, se llama Dekasla. El caso es que impresiona, así que pillamos el ticket aparte para subir, que había que probarlo. Como no le hice ninguna foto, aquí tenéis a la mascota, que representa el aspecto que tiene -un cono gigante, sí-. La verdad es que mola muchísimo.
También había flotadores gratuitos repartidos por la zona exterior para el uso de los visitantes en la nagare pool. Eso sí, casi había que pegarse para coger uno -aunque pudimos coger dos un rato sin violencia alguna-.
Quitando que tiene demasiados pocos autobuses tanto para la ida como para la vuelta, la verdad es que está muy bien. Yo repetiría.
Siiiiii! Dekasla!! Me voy a entrenar para subir esas escaleras sin morir xD
ResponderEliminarVolvamosssss!
Tokio está plagado de escaleras para entrenarse, ya sabes XD
EliminarYeaaah, hay que volver y Dekaslear :D