sábado, 7 de mayo de 2016

Rueda pinchada

Recientemente a Kazuki se le pinchó una rueda de la bici, y aprovechando un día que él curraba y yo no fui a arreglarla, que yo tengo más tiempo libre que él.

Miradla, tan desinfladita la pobre.


Debido al gran porcentaje de ciclistas en Japón, hay tiendas de bicicletas por todas partes, así que si se te pincha una rueda solo tienes que andar un poco hasta tu tienda más cercana para arreglarla. Por supuesto, como la bici no rueda así la fui empujando.

Hacía bastante calor.

Tras andar unos 10 minutillos bajo el sol llegué a mi destino.


Vale, esta no es la tienda de bicicletas más cercana a mi casa, pero está en un centro comercial y así puedo esperar en un sitio con aire acondicionado mientras la arreglan. 
Uno de los empleados, al que expliqué que había pinchado la rueda -y me dijo tras tocarla "pues sí, parece que ha pinchado". Ya, hijo, eso te acabo de decir- me contó lo que costaría si era un pinchazo normal y si había algo especial, como alguna rotura de la válvula del aire, por ejemplo, que costaría más y si estaba de acuerdo. Lo estaba, así que me dijo que si me corría prisa en 40 minutos la tenía, y decidí que sí, que rápido se agradece.

Volví a los 40 minutos, y ahí estaba ya arreglada y lista para rodar. Era un pinchazo normal, por lo que ahí cobran unos 840 yenes. Pagué y me fui pedaleando. 


¡Por fin hay sombra!

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