A esa hora vino una enfermera a tomarme la temperatura y demás, y también me trajo un vaso para hacer un análisis de orina. También tocaba el último análisis de sangre, aunque pinchó donde no debía y me recorrió el dolor todo el brazo. Lo volvió a intentar una hora después en el brazo que todavía no tenía como un alfiletero y ya por fin tuve mi último pinchazo de la estancia en el hospital.
Estuve viendo una película e intentando recoger un poco, y vino mi desayuno a las 8.
Tan apetecible como siempre.
Seguía sin hambre y el sabor del desayuno no ayudaba. Menos mal que era mi última comida en el hospital.
A las 9 de la mañana vino Kazuki a ayudarme a recoger y cargar con mis cosas, porque yo no puedo cargar con peso en una temporada. Una enfermera nos dijo que nos iba a traer la factura para pagar, y que cuando la tuviéramos ya podíamos ir a la recepción de la primera planta y soltar el dinero.
Bajamos en el ascensor, y tras pagar por fin pudimos ir -muy despacito, aún me costaba mucho andar- de camino a la estación.
Para una persona sana son unos 4 minutos a pie, pero para alguien a quien le han agujereado el abdomen hace 3 días fue bastante más. Luego en el tren la calefacción estaba muy fuerte, y se me empezó a poner muy mal cuerpo cuando quedaba una estación para llegar -afortunadamente son pocas estaciones hasta la mía-. Al salir del tren y darme el fresquito me empecé a encontrar un poco mejor.
Andar de la estación hasta mi casa también llevó bastante tiempo, pero qué maravilla llegar y poder relajarme sin suero ni señoras gritando en la habitación de al lado todo el día -anécdotas varias del hospital-. Ese día ya en casa Kazuki me hizo la comida y me entró hambre por primera vez desde que me operaron.
Como curiosidad, te hacen quitarte los piercings antes de ingresar, y yo llevaba dilataciones en ambas orejas. Al volver a casa e intentar volver a ponerme todos los piercings las dilataciones se habían estrechado mucho y ahora tengo que llevar piercings normales. En fin, siempre se puede volver a dilatar.
El miércoles de la semana siguiente fui a que me quitaran los vendajes del estómago y a ver el resultado del análisis de mis quistes y del análisis de sangre y orina. Las incisiones tienen bastante buen aspecto y el ombligo, quitando que está un poco morado y que no voy a poder volver a llevar el piercing de allí porque el agujero de salida ha cambiado de sitio, se ve muy normal. Mis análisis todos bien y mis quistes dieron que efectivamente era endometriosis.
Ahora ya a recuperarme y volver a la normalidad poco a poco.
Y qué tal estás ahora? Te sigue doliendo? Puedes hacer vida normal?
ResponderEliminarFiria
Según qué movimiento haga me molesta un poco el ombligo, que es donde está la incisión más grande, pero dolerme no me duele.
EliminarMe han dicho que no haga esfuerzos en un mes, así que de deporte nada de momento, pero ya puedo andar normal durante bastante rato, subir y bajar escaleras, meterme en la bañera, etc.
:( imagino los dolores que debes sentir. realmente las mujeres son unas guerreras, estar muy mal y sin embargo, nunca faltan sus detalles amorosos, su sonrisa y darse el trabajo de escribir la entrada del blog y sacarle foto al desayuno.
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