Este número lo empezaron a mandar a la gente a finales del año pasado. A mí me llegó en noviembre, creo. Lo que te mandan es un papel cutrecillo con forma de carnet con tu nombre y número, que tiene pinta de que si se moja te puedes despedir de él. También te enviaban información sobre cómo hacerte un carnet de verdad para el My Number con foto y más información personal, y como aunque no es obligatorio es gratis y prefiero un carnet un poquitín más resistente, decidí solicitar uno en la web que daban. Lo gracioso es que te permitían usar una foto que te hayas hecho con el móvil. Lo malo es que tienes que sacarla de frente y con los mismos requisitos que una foto de carnet normal -cara destapada, fondo neutro, etc.-, así que me tocó mandar un selfie con cara de terrorista. ¡Bieeeen!
Al menos me ahorré la visita al fotomatón.
Pues muy rápidos no fueron con lo de hacer los carnets, porque hasta el fin de semana pasado no supe nada del mío -decían que a partir de enero-. Me mandaron una postal diciendo que tenía que pedir cita por teléfono u online -la comodidad de hacer las cosas online me pudo de nuevo-, y presentarte en el ayuntamiento que te corresponda para ir a recogerlo. La cita más temprana era hoy mismo a mediodía, así que la pedí para hoy, cogí mi bicicleta y en medio de un fuerte viento y una nube de polen -vuelve mi alergia al polen, señoras y señores- fui para allá.
Habría tomado fotos del ayuntamiento por fuera o algo, pero entre que a mediados de marzo sigue haciendo frío y que la alergia me está matando...
Y ahora vamos a la experiencia. Tenía que ir a la sección llamada "shiminka", que supongo que se puede traducir como "sección de ciudadanos". Fui a coger un número para esperar en una de las ventanillas, y cuando me fui a sentar me di cuenta de que debajo del mostrador de la ventanilla 4 había un cartel únicamente en japonés. Este decía que para recoger el carnet nuevo de My Number iba con cita -ya-, y que había que ir a preguntar directamente a quien hubiera en la ventanilla 4 en vez de coger número -menos mal que puedo leer japonés-.
El caso es que ese día la eficiencia japonesa estaba de capa caída, porque en la ventanilla no apareció nadie hasta pasados 15 minutos de cuando se suponía que tenía la cita, y porque enganché a una funcionaria que no tenía pinta de ir a acercarse más de 5 segundos a la ventanilla, que si no ahí seguía esperando.
Me pidieron el carnet de residente y el cutre papel con el My Number para fotocopiarlos, y luego me hicieron pasar a una sala privada para explicarme sobre el tiempo de validez del carnet y crear dos contraseñas diferentes para uso del mismo. Además comprobaron que mi cara coincidiera con la foto usando una webcam -me tuve que quitar la mascarilla que me pongo para no morir en primavera, qué remedio-. El caso es que tras crear las contraseñas y que me empezaran a explicar que tenía una validez de 10 años y tal me di cuenta de que en el mío ponía que caducaba el año siguiente y se lo comenté a la señorita que me estaba atendiendo.
Sí, mi carnet tenía una errata.
Me tocó esperar a que cambiaran mis datos en el sistema e imprimieran en mi carnet el cambio de fecha de validez. Se apañaron para manchar el carnet un poco de tinta al imprimirlo, pero tampoco es que destaque mucho donde se manchó, así que le dije que no pasaba nada cuando me lo comentó, y ya me llevé mi carnet de vuelta a casa.
Aquí lo tenéis con mi información personal censurada y esas cosas.
Cuando me hice la foto no pensaba que saliera tan mal, pero una vez la vi en el carnet...
Hala, otra cosa más que llevar en el monedero.
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