martes, 25 de febrero de 2014

El gancho te puede dar de comer

Un día que estuve en uno de los Aeon Mall de Kawaguchi, pasando por los recreativos me encontré con una curiosa UFO catcher. Normalmente suelen tener muñecos varios, aunque las que tienen comida, como chocolatinas, helado, bolsas de patatas fritas y tal no son ninguna rareza. Eso sí, esta es la primera vez que me encuentro una con boniatos.
En plan ninja, porque normalmente está prohibido hacer fotos de las UFO catcher, conseguí hacerle un par de fotillos.



No probé suerte porque las posibilidades de que al final me rente más ir al supermercado son muy altas.

sábado, 22 de febrero de 2014

Tsume Tsumehôdai

Hace no mucho hablé del tsumehôdai. El caso es que hasta ahora solo lo había visto con comida, pero hace poco me encontré una variedad diferente cuando estaba en el Etude House de Koshigaya Lake Town -donde vamos todos los domingueros del sur de Saitama, aunque yo suelo evitarlo en fin de semana-. Se trata de tsumehôdai de esmalte de uñas -por eso el título, ya que "tsume" (爪) significa uña-.

Todo lo que cupiera en la bolsa por 1000 yens (viva el final de las rebajas y el "tenemos que deshacernos de cosas YA"). Una vez que las dos chicas pavísimas que se tiraron cerca de una hora -no exagero- en decidirse por cuáles comprar dejaron de acaparar la mesa, cogí una de las bolsas y como cabían, metí uno de cada. Este es mi botín.

Normalmente esto me habría costado unos 3500 yens más o menos.

jueves, 20 de febrero de 2014

Esta voz me suena

Quienes lleváis más tiempo leyendo este, mi blog, sabréis que una de las cosas a las que me dedico es a la narración. Un ejemplo de uno de mis trabajos es aquel cd de un libro de texto para aprender español.

Para quienes sintáis curiosidad por saber a qué suena mi voz de narradora, recientemente grabé la voz en off de un anuncio para Youtube. Es este:

lunes, 17 de febrero de 2014

Don Quijote, esta vez el de La Mancha

Ya he comentado que el nombre Don Quijote es muy conocido en Japón, aunque no por el libro sino como una cadena de tiendas baratillas.
El caso es que Saitama no me decepcionó, y cerca de la estación de Kawaguchi tienen una estatua del ingenioso hidalgo. Como alcalaína, lo apruebo.


A Sancho se lo dejó por ahí olvidado, eso sí.

sábado, 15 de febrero de 2014

Deslizándose

Ahí a medio camino entre las estaciones de Kawaguchi y Nishikawaguchi hay un centro comercial de nombre bastante curioso. Se llama Ario, no os digo más.
El caso es que cerca del Ario hay un colegio de preescolar con decoraciones de Anpanman fuera, muy cuco, pero lo que me llama la atención de ese colegio no son las decoraciones, no. Es esto:


Lo mismo estáis pensando, "Qué escalera de emergencia más larga". El tema es que no es una escalera.


¡Es un tobogán! Yo no recuerdo mucho de preescolar, pero me hubiera encantado poder bajar a la planta de abajo de este modo.

jueves, 13 de febrero de 2014

Ooedo Onsen Monogatari

¿Qué hay mejor que darse un baño caliente en un día frío? Pues dárselo al aire libre. No, en serio.
Para eso mismo se han inventado el rotenburo, que es un onsen al aire libre, valga la redundancia.
El caso es que en un día bastante frío de febrero Kazuki y yo nos fuimos a Urayasu, en Chiba, donde se encuentra un onsen con zona mixta en la que se puede llevar bañador -precisamente la zona de rotenburo-. Se trata de una sucursal de una cadena de onsen llamada Ooedo Onsen Monogatari.
Ahora sí, si os queréis bañar en la zona interior, de bañador nada. Fiesta.

Al tema. Cogimos el tren hasta Shin Urayasu. Supe que estábamos en Chiba en cuanto empezaron a aparecer Funassyis.


El sitio está bastante retiradillo de la estación, pero no pasa nada, porque hay autobuses gratuitos que te llevan hasta la misma puerta.


Por dentro está decorado rollo tradicional japonés, muy chulo.


También tienen juguetes para entretener a los niños y niñas. Mis favoritos fueron las Patatitas gigantes. A punto estuve de llevarme una, pero no me cabía en el bolso.


Cogimos toallas y un jinbei, pasamos cada uno a los vestidores para hombres y mujeres respectivamente, y nos encontramos en la zona que llevaba a los rotenburo. El tema es que íbamos en traje de baño, y eso está en el exterior, en un día que hacía unos 3 grados centígrados más o menos siendo de día. Suena a tortura y lo es -especialmente para los pies-, pero solo hasta que te metes en el agua calentita.

Fuimos entre semana, como se puede adivinar.

Hay varios tipos de baños, indicando cada cual antes de entrar a qué temperatura se encuentra el agua. Varían de 38 a 42 grados. El caso es que el cuerpo se calienta bastante rápido, así que se acaba agradeciendo el aire frío en la cara.


También hay una especie de riachuelo de agua caliente para meter los pies. No recomiendo andar por él si no tenéis los pies cargados de callos, es todo piedrecitas.


Había varios tipos más de baños, incluyendo uno con forma de iglú -del que no hice foto- con una apertura por encima. Dentro era como una sauna con mucha reverberación y humedad. Bastante curioso, la verdad.
También había uno para los más pequeños. Imagino que el agua estaría extra calentita.


En las máquinas de bebida que había en la zona de la entrada, me llamó la atención ver leche de frutas. Esto me recordó a la escena típica de manga en la que alguien va a unos baños públicos y al acabar se bebe una botella de leche de frutas de un trago, mientras apoya una mano en su cadera.
No hice lo de la mano en la cadera porque la necesitaba para sujetar el tapón, pero sí que probé a tomarme una para refrescarme tras los baños.

¿Veis con qué arte sujeto la botella?

Aunque el momento salir de un baño para ir a otro en invierno es una jodienda, en general estuvo bastante bien y es muy relajante. Tengo intención de repetir experiencia.

martes, 11 de febrero de 2014

Mi amigo, el hombre de nieve

Paseando por Shibuya me encontré un muñeco de nieve. Eso sí, no era un muñeco cualquiera.

My friend Snow man.

Aspecto amigable sí que tenía.

sábado, 8 de febrero de 2014

La segunda nevada del año

Recién caida la primera nevada del año, hoy mismo ha llegado la segunda, pero esta no ha tenido nada que ver con la de hace unos días, no. Cuando me desperté por la mañana ya había una capa decentilla de nieve fuera, y ha estado cayendo el día entero. De hecho, a estas horas sigue cayendo, aunque ahora es aguanieve.

Este es el aspecto que tenían nuestras macetas por la mañana (cuando la terraza todavía era accesible).

Sobrevivieron a la nevada del año pasado, así que confío en que vuelvan a hacerlo.

Así iba avanzando la cosa por el día.


Ni mi pelo se libró de los copos.



No hace un frío de pelotas hasta que no te salen estalactitas en la barandilla.


Y llegó la noche.



Más estalactitas.

jueves, 6 de febrero de 2014

La primera nevada del año

Llevaba desde diciembre o así la predicción del tiempo diciendo que iba a nevar X día, y X día que no nevaba. He perdido la cuenta de las veces que se ha equivocado, pero hace unos pocos días, finalmente atinó y cayó la primera nevada del año.

El caso es el día anterior hizo un clima primaveral de ni necesitar abrigo, así que cuando esa mañana me levanté con la casa a temperatura como para poder hacer cubitos de hielo fuera del congelador -lo que en las casas japonesas en invierno muy raro no es...- supe que ese día podía ser el definitivo, el que iba a pasar.

No fue tanto como el año pasado, pero cayeron unos copos de nieve bien gordos.

Un copo solitario que me atacó mientras hacía fotos.


martes, 4 de febrero de 2014

Aves mortales en Akasaka

Estuve en Akasaka hace unos días por motivo de trabajo, y de camino al estudio de grabación algo captó mi atención por el rabillo del ojo. Como iba bastante sobrada de tiempo, dejé que mi curiosidad ganara y me acerqué a ver qué era.
Se trataba de dos aves mortales esperando alguna víctima a la que devorar.

Mirad esos ojos viciosillos.

Afortunadamente no me confundieron con una pipa gigante y pude continuar mi camino sana y salva.

domingo, 2 de febrero de 2014

Muñeco de nieve sin nieve

El otro día haciendo la compra me pasé por la sección de las bolsas de patatas fritas y derivados. No suelo comprar muy a menudo, a decir verdad, pero a veces apetece, y ese día tenía ganas de gusanitos. Por eso pillé un paquete de Kaaru -o Karl-, que son gusanitos gordos con forma de c. De hecho ese día pillé los de sabor a queso -hay sabores varios para elegir-.


Al parecer ahora, por el tema de ser invierno, en algunas bolsas viene un gusanito que en vez de forma de c tiene forma de muñeco de nieve. Ese día tuve suerte y me salió uno.

Estaba rico.