sábado, 27 de febrero de 2016

¡Una rana salvaje apareció!

¿Recordáis las vallas monas para obras que comentaba el otro día? Pues hace poco haciendo uno de esos trasbordos interminables en la estación de Shibuya -que lleva de obras ni se sabe- me encontré con las vallas de ranas que vi en Do it.

Croac.

Con ranas también queda mono.

jueves, 25 de febrero de 2016

Tumbling Dice y Tea House en Akasaka

Hace unos pocos días la señorita Madness y yo fuimos a la sala Akasaka Blitz, al lado de la estación del mismo nombre, para ver un festival llamado Tumbling Dice en el que tocaban 4 grupos, siendo uno de ellos BRADIO. Para apoyar al grupo al que íbamos a ver principalmente acabamos haciendo look gemelo con  camiseta de BRADIO -no lo hablamos de antemano, salió espontáneo, lo que hace que mole más-.

Fingiendo que no hace frío.

Akasaka Blitz y su televisión aleatoria.

Bueno, la televisión no es aleatoria. Esto se encuentra justo delante del estudio de TBS, el canal de televisión Japonés. He estado dentro un par de veces, aunque no tengo fotos de ello. De lo que si tengo fotos es de la acera de delante del edificio de TBS y Akasaka Blitz, decorada con la mascota del canal de televisión, un cerdo llamado Boobo.

Oink.

Bradio estuvieron geniales, pero retrocedamos a antes  del concierto, cuando se puso a llover. Todavía quedaba bastante tiempo hasta que abrieran las puertas y hacía un frío considerable, así que nos metimos en una tetería cercana llamada Tea House.
Esta tetería está conectada con una floristería, por lo que está decorada de vegetación y tienen flores frescas en cada mesa. Es una preciosidad y huele muy bien.


Al parecer, el concepto es que parezca un invernadero con flores.


En el menú tienen tés varios -y mojitos, pero con el frío apetece algo calentito-, y cuando te lo traen, incluyen una pequeña flor metida en agua en la bandeja.



Ambos tés muy ricos. Una vez con el cuerpo ya calentito nos fuimos a concertear.

martes, 23 de febrero de 2016

Recolocación

He visto en supermercados y droguerías varios una costumbre cuyo motivo no acabo de entender. Se trata de cada x tiempo cambiar todas las secciones de sitio, con lo que cada x tiempo tengo que volver a aprender dónde han puesto cada cosa.
No me parece efectivo, sino una molestia a las personas que vamos habitualmente a hacer la compra allí y queremos acabar rápido, pero no es la primera ni la última costumbre de dudosa efectividad que veo por estos lares.

Hoy hablo de este tema porque fui a la droguería más cercana a mi casa, que no solo es grande sino que abre hasta medianoche, y tienen paquetes de Royal Milk Tea instantáneo baratos -de hecho fui a comprar eso mismo-, y al entrar casi tuve que salirme a ver si no me había equivocado de sitio, porque absolutamente todo, hasta las cajas, estaban en sitios diferentes.

Mi objetivo.

Tras dar varias vueltas -y de casualidad encontrar dónde han puesto los tintes para el pelo, cosa importante- por fín encontré dónde han puesto la sección de tés instantáneos. Es una droguería, pero vende también comida y medicamentos, vale para todo.

Espero que se tiren una temporadita larga sin reorganizar, que cada vez que lo hacen es un coñazo.

sábado, 20 de febrero de 2016

Obras monas

En Japón, como en todas partes, hay obras. En mi barrio especialmente -el día que lo acaben va a quedar precioso-.
El caso es que, aunque lo más normal es ver las barras delimitadoras sobre triángulos de plástico, a veces en vez de triángulos ponen figuras más monas, como animalitos o Hello Kitty -que no se si cuenta como animalito-. Las de Hello Kitty solo las había visto en fotos por internet, pero hace unos días, dando una vuelta tras un casting en Shinjuku, ¡por fín me las encontré!


Curiosamente, unos días antes descubrí de casualidad dónde las venden. Bueno, no las de Hello Kitty, pero sí las de animalitos. Las de rana de la siguiente foto las encontramos Kazuki y yo en una tienda de cosas de bricolaje, jardinería, etc. llamada Do it -se pronuncia "doito" en japonés-, en su sucursal de Toda.


Son un poco carillas -3980 yenes más IVA-, si no me planteaba comprar un par para hacer la coña en casa.

jueves, 18 de febrero de 2016

Residencia permanente

Lo malo de los visados es que hay que andar renovándolos cada x tiempo y confiar en que a inmigración no se les crucen los cables y te sigan dejando seguir en el país. Yo he estado con dos tipos de visados diferentes, y en cuanto cumplí los requisitos para pedir la residencia permanente decidí recopilar papeles -oh, sí, burocracia- y pedirla.
Muchísima gente tiene la idea equivocada de que te conceden la residencia permanente automáticamente por residir x años en Japón o por casarte con un japonés o una japonesa. Esto, señores y señoras, NO es así. Hay que esperar unos años y hacer papeleo, si no la pides no te la dan.

Los requisitos son diferentes dependiendo de la situación de cada uno, y una vez que los cumples y la solicitas había oido que te hacían esperar unos 8 meses o así como mínimo. Afortunadamente mi resultado llegó en un poco menos de 6 meses.

En mi buzón apareció esta postal hace un par de días.


Dice que tengo 2 semanas para ir a la oficina de inmigración de Saitama -afortunadamente no necesito ir a la oficina de Shinagawa- con esta postal, mi pasaporte, mi carnet de residente, y un sello por el valor de los costes del procedimiento. Abajo marcan que es el de 8000 yens para el permiso de residencia permanente.
Por supuesto, es el más caro, pero para algo así yo lo pago encantada.

El día que me llegó la postal ya era fuera de horas de oficina, y el día siguiente tenía la mayor parte del día ocupado, así que me tuve que esperar a esta mañana, que la tenía libre, para ir.

La oficina de inmigración de Saitama se encuentra cerca de la estación Yono-Honmachi, aunque si no os importa andar un rato más la estación de Yono no está demasiado lejos. Yo de hecho cogí ese camino a la vuelta, pero a la ida fui a la estación cercana, por los nervios y las ansias y esas cosas.

El caso es que me se el camino de memoria, que ya son muchas veces de renovar visados, así que fui a la oficina de correos cercana, que es donde venden el sello necesario de 8000 yens y compré uno.


Con todo lo necesario en mano me planté en la oficina de inmigración, que está muy cerquita de esa oficina de correos.


La oficina de Saitama es pequeñita, así que no hay ni la mitad de colas que en la de Shinagawa. Como la postal decía que fuera al mostrador A me dirigí allí. Había una señora asiática -no se de dónde exactamente- haciendo cola entre la ventanilla de la izquierda del todo y la A, así que le pregunté en japonés que para qué ventanilla estaba esperando, pero no entendía japonés -y español tenía pinta de que tampoco-. No pasa nada, porque el lenguaje corporal es universal y cuando señalé la ventanilla A se echó hacia la otra, así que nos entendimos perfectamente.
Entregué todas mis cosas en la ventanilla, y la señorita que había detrás me dio un número y me dijo que esperara. Así que esperé.
Había bastante poca gente esta mañana, así que no esperé más de 10 minutos. Me llamaron y recogí mi nueva tarjeta de residente en la que pone que soy residente permanente.

Bajo el sol y el corazón mi nuevo carnet y mi foto con cara de terrorista.

Y ya con todo me volví dando un paseito bajo el sol.


Un logro más desbloqueado.

martes, 16 de febrero de 2016

Sopa de letras

Llevaba muchísimo tiempo queriendo probar a comer sopa de letras para probar a hacer la chorrada de formar palabras con ella, y el otro día por fín encontre pasta de letras. Esto es algo para celebrar.

*Tira pasta de letras como si fuera confetti*

*La recoge con una escoba*

Esta es la que encontré en el Gyomu Supa de Kawaguchi.


Calenté la sopa de pollo que había hecho el día anterior y las probé. La verdad es que entre el exceso de letras "B" y de números que trae esto hacer palabras no fue fácil, pero aquí tenéis la primera que conseguí formar.

Poético, lo se.

Luego conseguí una foto más bonita con una palabra diferente, y luego decidí dejar de jugar con la comida porque se me enfriaba la sopa.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Restos del Setsubun

El pasado 3 de febrero fue el día del Setsubun. En ese día hay varias tradiciones, como por ejemplo comer semillas de soja -aunque hace años que no las pruebo, es casi como comer panchitos, por si sentís curiosidad-. Otra es la de ponerse un miembro de la familia una máscara de demonio, y el resto lanzarle semillas de soja -ahí, desperdiciando la comida- mientras dicen "Fuku wa uchi, oni wa soto", que viene a significar "Adentro la suerte, afuera los demonios".

Kazuki y yo no lo hacemos -habría que decidir quién hace de demonio y esas cosas-, pero todos los años decoran muchos sitios con máscaras de demonio.
El caso es que siendo ya 10 de febrero pensaba que habrían quitado la decoración de todas partes, pero me encontré cerca de un parque en Kawaguchi un par de máscaras y un montoncito de semillas.

domingo, 7 de febrero de 2016

Tongarashi men, el ramen instantáneo crea úlceras

No puedo esperar a que acabe el invierno. En mi casa me muero de frío. En la calle me muero más de frío. Si voy en bicicleta se me congela la cara... Y con esto en mente, un día de vuelta a casa me acordé de que casi no quedaba pasta de dientes, pero la droguería más cercana no está entre mi casa y la estación, sino un poco más lejos. Entonces me acordé de que hay un Don Quijote en mi barrio, y ahí venden de todo, así que para allá que fui, y ya que estaba aproveché para ver si tenían los cereales de chocolate que compro normalmente, que también quedaban pocos.
Pues cerca de la zona donde están los cereales había cup ramen varios, y uno me llamó la atención.



El invento se llama ”Nisshin no Tongarashi men biggu gekikara jaaku chikin aji". Como el nombre es largo, en vez de traducirlo lo explico, al parecer han cogido un plato típico jamaicano -que desconocía- llamado jerk chicken y han hecho un plato de ramen extremadamente picante con él. De hecho si miráis el medidor de picor de abajo veréis a qué me refiero:


Me gusta el picante, así que decidí probarlo. Primero lo probé sin el aceite picante que trae, y la verdad es que no picaba nada.


Luego le eché el aceite, lo mezclé bien y lo volví a probar -el olor echaba un poco para atrás, la verdad-. Grabé un vídeo probándolo para luego reirme un rato, y ya que estaba decidí hacer un gif con la reacción -así lo dejo breve-.

Soy físicamente incapaz de sorber los fideos, así que los muerdo. No me juzguéis.

 En ese momento me planteé tirarlo y hacer algo diferente para cenar, pero en un ataque de masoquismo -y hambre y pereza- me lo acabé comiendo entero -menos la sopa, que se me habían puesto los labios como tomates ya-. Creo que me lo pude comer por el efecto anestésico que esto acaba teniendo en la lengua.

Por mucho que os guste el picante, si tenéis el estómago aunque sea un poco delicado no os recomiendo probarlo. Me tiré el día siguiente entero con retortijones.
Ya estoy bien.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Vale ya de molestar a las ambulancias

Afortunadamente, desde que vivo en Japón no he tenido que llamar nunca a una ambulancia -y espero que siga así-. Esto lo comento porque recientemente, estando en la estación de Todakouen, me encontré con este cartel en el tablón de anuncios para concienciar a la gente de que no llame al teléfono de urgencias por tonterías, que según el cartel pasa bastante.


A la izquierda lo que sí se considera una emergencia, y a la derecha lo que no. Al parecer, sí que hay que llamar al 119 si:

-De repente te cuesta respirar y sientes dolor en el pecho.
-Te entra una migraña tremenda de golpe.
-Si alguien pierde la consciencia y respira con dificultad.

Pero no hay que llamar si:

-Te duele el hombro porque te has quemado con el sol.
-Te has hecho un corte en la punta del dedo.
-Te duelen los pies porque te rozan los zapatos.

Se que hay gente para todo, pero ¿realmente llamará alguien a emergencias porque le hacen daño los zapatos?