martes, 23 de enero de 2018

La primera nevada del año

Vino un frente frío a Tokio y alrededores, y con el mismo ayer tuvimos la primera nevada del año.
Tokio y Saitama son muy como Madrid cuando nieva. Caen 4 copos y se colapsa el transporte público. Por eso, y teniendo que coger el tren por la tarde, temía que fuera a tener problemas para volver a casa, pero afortunadamente mi línea funcionó sin problemas -al menos mientras estuve fuera-.

Menuda rasquita que hacía.

Odio la nieve -en general odio cualquier cosa relacionada con pasar frío-, pero no todos los días ves Kawaguchi tan teñido de blanco, así que hice fotos antes de volver a casa. Se me puso la mano como un tomate por eso de usar el móvil, pero nada que una jarra -o dos- de té caliente no solucione.






A la mañana siguiente -es decir, hoy- salió el sol. Aún así, todavía no se derrite, así que andan las calles principales llenas de gente con palas quitando la nieve. Las calles secundarias siguen de esta guisa.

lunes, 15 de enero de 2018

Wasabeef R-20 Strong

La última vez que pasamos Kazuki y yo por Haneda -bueno, para mí la penúltima vez-, encontramos en el Don Quijote de allí una versión de las patatas sabor a wasabi Wasabeef extra fuertes.
Aunque ya he probado versiones limitadas de estas patatas con más wasabi todavía, estas eran las más fuertes que habíamos probado hasta ahora. Entre lagrimones y picor de nariz nos quejábamos de que sea limitada y no se encuentre por ninguna parte en tiendas -somos un poco masocas, ya-.

Pues este año se ve que han lanzado la versión R-20 Strong, que prometen ser extra picantes. Las descubrí en internet y le comenté a Kazuki que al parecer las venden en convinis, pero cuando fuimos a buscarlas no había -nuestro gozo en un pozo-. Sin embargo, el otro día Kazuki pasó por un Lawson y las encontró, ahí brillando y con arpas sonando de fondo.

¿El rayo verde será wasabi?

En la parte de debajo traen una advertencia diciendo que son muy pero que muy picantes, así que si no te llevas bien con el picante, que tengas cuidado.


Habrá que probarlas para ver si es verdad.

De vez en cuando podían meter un par de patatas más, digo yo.

La verdad es que son fuertecillas y saben mucho a wasabi. ¿Sabéis la sensación cuando te comes una pieza de sushi con demasiado wasabi y se te sube el picor a la nariz? Pues esa fue la sensación de la primera patata. Con un par se me empezaban a saltar las lagrimillas, y tras 5 o 6 ya no podía soportar el picor de nariz. Son lo mejor, exijo que las vendan todo el año.

domingo, 14 de enero de 2018

Patatas fritas con sabor a mentaiko

Llevo tanto tiempo en Japón que ya no encuentro raro en absoluto que los sabores de patatas de bolsa más comunes en cualquier tienda sean consomé o nori -de hecho me encantan las patatas con nori-.
Por supuesto que no todo es consomé y algas, siempre están sacando sabores nuevos por tiempo limitado, y uno que me llamó la atención recientemente es este.

Mentaiko, que según Wikipedia en español son "huevas de abadejo".

Para quienes no hayáis probado estas huevas, saben saladas y un poco picantes. Están ricas.
Según pone la bolsa, son de sabor muy intenso. ¿Será verdad? Abramos la bolsa.

Como siempre, hay más aire que patatas.

Saben un poco picantes con un ligero regustillo a mentaiko. No tienen el sabor reconcentrado que prometían, pero están buenas.

martes, 9 de enero de 2018

Volví a hacer stickers para Line

¿Recordais mi personaje Kappachu y los stickers del mismo que hice para Line? Pues he decidido hacer una segunda edición, pero en vez de ser un set de 16 como el anterior este es de 24.


En este enlace los podéis comprar si os interesa. Como los anteriores, están disponibles en todo el mundo y esperando a que los adoptéis.

Kizuna sushi

El otro día Kazuki y yo teníamos mono de sushi. Estábamos barajando si ir al restaurante de sushi de nuestro barrio o a uno de Akabane que también está muy bien y tienen atún muy rico, pero entonces Kazuki encontró un restaurante en Omiya llamado Kizuna Sushi.
Lo que le llamó la atención es que tenían un menú de buffet libre de sushi con 100 variedades diferentes para elegir, y que incluía nuestra variedad favorita, aburi chuutoro. Si no os suena la palabra, se trata de uno de los posibles cortes del atún.
Tenemos maguro, que es la parte roja, chuutoro, que es la parte con más grasilla, y ootoro, que es la parte con más grasilla de todas. Cuanto más grasa más tierno y con sabor más intenso, pero el chuutoro tiene la cantidad justa sin pasarse, así que me gusta más. Aburi es cuando tuestan el pescado un poquillo con un soplete para que se quede solo medio cocinado.

Este es el sitio, está cerca de la estación de Omiya.


Curiosamente, el buffet libre es más barato para mujeres que para hombres. Imagino que es porque por estas tierras se piensa que las mujeres en general comemos menos -ja-.

Como en muchos restaurantes de sushi, se pide usando esta pantallita que hay en la mesa.


Como te lo preparan en el momento, tienen la regla de no pedir más de 6 variedades de sushi diferentes cada vez -puedes pedir varias piezas del mismo tipo, eso sí-. Una vez que te han traido tu sushi, puedes pedir otras 6 variedades distintas.
El menú también incluye cosas que no son pescado, como patatas fritas -una gran parte de restaurantes de sushi sirven patatas fritas, así que siempre acabo pidiendo-, pollo frito, sopa de miso, etc.

Ñam, ñam.

Por supuesto que pedimos cosas que no fueran atún, pero solo le hice una foto al primer plato. Todo muy rico y el pescado estaba tiernecito, como a mí me gusta.

Como curiosidad, si pides más de lo que puedes comer y te dejas comida te la cobran aparte, así que mejor pedir poco a poco.

sábado, 6 de enero de 2018

Año del perro

2018 es el año del perro según el horóscopo chino. Aquí, por supuesto que eso es una excusa para vender cosas, asi que también se llena todo de motivos del animal del año que toque cada Año Nuevo.
No solo me he encontrado figuritas de perros de todo tipo, sino que en un supermercado -no es el de mi barrio esta vez- me encontré estas tartas.

Me encanta que la "I" sea un hueso.

viernes, 5 de enero de 2018

Fukubukuro de galletas

Un año más la señorita Madness y yo nos aventuramos hacia Harajuku en pleno inicio de las rebajas y de temporada de venta de las famosas fukubukuro, o bolsas de la suerte. Este fue mi look del día.

Estrenando sudadera molona que compré en las rebajas de una tienda online.

Ropa no cayó este año, pero cuando nos acercamos a la tienda de galletas que hay en la zona llamada Cookie Time, donde tienen galletas y batidos muy ricos -no me pagan por decirlo, aunque lo apreciaría *guiño, guiño*-, vimos que tenían fukubukuro. Era un poco cara para ser de dulces -5000 yenes, aunque las galletas que venden normalmente tampoco son baratas-, así que tras mucho pensarlo decidimos pillar una a medias y repartirnos el contenido.

Esta es mi mitad. Aunque la fukubukuro venía originalmente en una caja de cartón bastante voluminosa, nos dieron bolsas para meter las cosas y no tener que andar con una caja de cartón vacía encima en el tren.


Este es el contenido de la bolsa que me traje a casa.


Además de galletas, galletas y más galletas, en la caja había cupones para galletas calientes de la tienda y una botella de vidrio con una pajita como las que tienen en la tienda para servir leche con -párrafo redundante a más no poder- galletas, y bolsas de plástico varias con su mascota.

miércoles, 3 de enero de 2018

Cena de Nochevieja 2017

Empecemos como es debido.

¡Feliz año nuevo 2018!

2017 se me ha pasado volando, así con la tontería.
¿Qué tal habéis despedido al año? Kazuki y yo hemos hecho nuestra tradicional cena de Nochevieja, y este año decidimos como menú hamburguesas caseras y tarta. Yo me encargué de la tarta y de hacer pan de hamburguesa -la receta que uso hace un pan bastante resistente, perfecto para hamburguesas grandes-. Kazuki se encargó de la carne y las setas shiitake con queso camembert rebozadas. ¿A que suena rico?
Esta es mi hamburguesa. Lo verde en el pan es aguacate -eché la mayoría en el pan de abajo, y el poco que sobró lo unté un poco arriba-.

El cuchillo y el tenedor eran por si acaso, pero al final no hicieron falta.

Como postre este año hice esta tarta de chocolate con fresas. Sigo sin pillarle el tranquillo a lo de hacer una tarta bonita, pero eso sí, estaba muy buena.

El bizcocho también era de chocolate.

El problema es que acabamos tan empachadísimos con las hamburguesas que comer tarta fue imposible, así que se convirtió en el desayuno del día siguiente.
Lo que sí comimos fue las uvas con un vídeo de las campanadas de la Puerta del Sol del año pasado.