viernes, 5 de marzo de 2010

La señora de Shibuya

Hace unas semanas que me bajé del tren en Shibuya como cada mañana, pero al contrario que cada día, me paré un momento a sacar algo de mi mochila y continué andando hacia la salida. Mi andén está lejillos de la salida, así que tengo que andar un trecho largo.
Al reanudar mi marcha una señora bajita y de aspecto de cuarentona me preguntó algo en inglés. Fue lo típico que me preguntan todos, que si soy americana -manda huevos-.
Le respondí que no, que soy española. Ya me he acostumbrado a responder automáticamente en japonés, así que lo hice sin pensar, y la señora se sorprendió mucho. Le hizo mucha ilusión, se ve, y continuó hablando conmigo por el camino.
Me dijo que como vio a una chica tan mona como yo sentía curiosidad por mi, y quería saber de dónde era -debe de ser el exotismo que tenemos por estos lares las personas de ojos redondos y nariz prominente-.
A mi me suele dar mal rollo que la gente que no conozco me hable aleatoriamente en la estación, pero lo mismo es cosa mía.

Ese día se lo conté luego a un compañero de clase que me encontré también por el camino, así como anécdota, no pensando en que me la iba a volver a encontrar. Pues bien, anteayer por la mañana la señora volvió a aparecer.
Iba oyendo música con los cascos cuando me parece oir una voz que dice "¡qué de tiempo!". Miro hacia abajo, como cada vez que oigo una voz femenina -yo en España soy de estatura media tirando a bajita, pero aquí soy alta, y eso mola-, y es ella otra vez. Tambien fuimos hablando por el camino -o lo que atino a emitir por la boca a ciertas horas de la mañana-, pero esta vez me acompañó fuera de la estación hasta que cruzamos el puente que hay fuera.

Hay dos posibilidades. Esa señora es maja y ha decidido que quería hacerse amiga mía o es una psicópata y apareceré un día en las páginas de sucesos del periódico.
Yo espero que sea lo primero.

6 comentarios:

  1. La gente con la que te cruzas habitualmente actua cada uno de una manera, yo suelo terminar saludando a la gente con la que me cruzo a diario, joder hay algunos a los que veo más que a mi familia...
    Pues me he encontrado de todo: gente que te devuelve el saludo, gente que incluso se para a hablar y gente que pasa como si no te viese.
    aunque parezca que no, hay gente maja por ahí, no tienes porque desconfiar.

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  2. Por todos lados hay gente maja como gente que sería mejor que no existiera, así que nunca está de más ser cauto, pero me llama mucho la atención que entre una marabunta de miles de personas por la mañana corriendo a toda prisa hacia su trabajo o escuela esa señora haya decidido elegirme a mi para hablar.
    Es una anécdota curiosa, al menos para mi XD

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  3. Me llama la atención la gente que es capaz de quedarse con la cara de quien se cruza a diario. No lo digo por la señora japonesa, que a lo mejor una occidental que sabe hablar japonés le llama mucho la atención y es fácil que se acuerde, si no por el comentario de Bratos. A menos que alguien tenga una característica muy destacable (un peinado raro, un tatuaje llamativo...) no soy capaz de quedarme con su cara aunque me lo cruce a menudo. Será que voy dormido por la calle xDDD

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  4. Yo normalmente soy malísima para las caras, pero esa señora siempre lleva un sombrero algo característico, así que me acordé por el gorro XD

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  5. Yo con lo que soy bueno son con las caras, me pasa hasta saber que conozco a alguien por la cara pero no saber de qué le conozco.
    Sin embargo me pueden repetir un nombre setecientas veces que no me quedo con él XD.
    Y la gente que me cruzo a diario en una semana ya me he quedado con la cara.

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