Esta mañana fue el segundo día de clase. Son bastante curiosas, consisten mucho en participación y en hacernos hablar en japonés todo el rato. Nadie se libra, pero me parece bastante buen método.
He encontrado un rincón tranquilito de la escuela para estudiar y hacer los deberes después de las clases, ya que acabo demasiado pronto como para tener ganas de comer todavía.
Una vez que acabé, me fui a buscar un sitio para comer. Shibuya es un barrio más bien caro, pero tiene algunos restaurantes pequeñitos baratos y majetes. Hoy iba mirando de camino a la estación y me fijé en uno de fideos que parecía barato. Como ha estado todo el día lloviendo, una sopa calentita con fideos sonaba muy tentador, así que me puse a mirar qué tenían. En muchos restaurantes de fideos, hay una máquina en la entrada en la que viene indicado el plato y el precio. Ahí pagas y coges un ticket que das en el mostrador para que te atiendan. Tenían lo típico, para elegir entre soba y udón con wakame, con tempura, con... un momento, ¿korokke? Por supuesto, me vi obligada a probarlo. Para quien no conozca las korokke, es como una croqueta de toda la vida, pero en vez de bechamel lleva patata machacada y carne -o en ocasiones, verdura-. Vale, la patata pierde ante la bechamel, pero también están ricas.
El caso, era un plato de sopa de fideos de soba con una korokke encima. El aspecto era este:

Por cierto, los que leéis el blog, si dais alguna señal de vida en él me haríais un favor, que empiezo a creer que esto lo leo nada más que yo para publicar XD.