Pero también han vuelto los ratos de relax en la azotea del edificio -aprovechando que hoy hacía solecito-, las viejas y nuevas caras, y ese camino que al principio me parecía un misterio pero que ahora es extremadamente familiar.
Es todo cuesta arriba durante unos 10 minutos, pero gracias a esto, a que como menos fritanga y más verdura, y que en Tokyo parecen tener una cierta afición por poner escaleras en todas partes, estoy en forma y he perdido esos kilos que había cogido en España el año pasado y que provocaban que no entrara en la mitad de mi ropa -desde hace meses entro en toda de nuevo :D-.

¡ANIMO!
ResponderEliminary buena suerte
Muchas gracias :D
ResponderEliminar