martes, 16 de febrero de 2010

Odiando al invierno y a la madre que lo parió

Una de las cosas que me han llamado la atención de mi escuela desde el principio es que, a pesar de lo caro que es estudiar en ella, puede llegar a resultar tercermundista en determinados aspectos. Un ejemplo es que hay calefacción en las clases pero eso es todo. No hay en los pasillos ni en el baño -de hecho, alguien a quien aún no me he cruzado cara a cara pero que cuando lo haga se va a comer todos mis libros de través, tiene la costumbre de abrir siempre la ventana del baño, aunque esté nevando en la calle-.
Eso significa que en las clases se está calentito cuando pones el termostato, pero si sales al pasillo hace unos 3 grados centígrados tirando por lo alto estos días. Lo mismo en el baño, en el que aunque hay tazas de wc que se calientan -otro día tengo que comentar el apasionante mundo de los wc japoneses-, no ayuda demasiado, ya que yo no soy de sentarme en sitios públicos.
Hoy o mañana va a nevar según la predicción del tiempo, así que si un día salen estalactitas en los pasillos haré una foto, que esas cosas siempre quedan curiosas en el blog.

El invierno y yo no nos llevamos demasiado bien, la verdad. Afortunadamente hace poco heredé una manta eléctrica que es la leche, y aunque la pongas al mínimo da bastante calorcito. Desde que la estoy usando duermo genial, aunque luego salir de la cama es difícil, que se está agustito dentro.

4 comentarios:

  1. Paciencia mujer que el invierno pasará, llevaté la manta electrica a clase y enchufala en el pasillo XD, yo tengo radiador electrico en el curro y el otro dia estuve meditando si me lo podría meter por debajo de la sudadera para currar así, pero creo que no cabe XD

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  2. Uy, con lo grande que es la manta eléctrica puede ser todo un show si me la llevo XD (aunque he visto mantas de las normales en clase ^^U).
    Creo que el radiador eléctrico bajo la sudadera es un atentado contra tu salud XD

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  3. Compartimos el frío, pero parece ser que eso es todo. Por lo visto, a la gente de Praga les gusta estar calentitos, puesto que en cualquier lado está la calefacción a tope todo el día, y el cambio de la temperatura cuando sales a la calle es brutal...

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  4. Te iba a preguntar que qué haces en Praga, pero ya lo acabo de leer XD. Ánimo con el invierno a tí también.

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