lunes, 2 de noviembre de 2015

La rasca se aproxima de mala manera

Desde ayer parece que ha empeorado el clima de golpe, lo que es una pena, porque quería disfrutar un poco más del otoño -viva el entretiempo-. Para lidiar con la rasquita hay cosas necesarias, como un calefactor humano -llamémoslo Kazuki-. Por supuesto, no puedo estar enganchada a mi calefactor humano las 24 horas del día, así que hay otros métodos.

Por ejemplo un té calentito en mi taza de Sumikko gurashi -que por cierto, conseguí por 100 yenes-.


Aunque así se caliente el cuerpo, yo soy del tipo que en invierno siempre tiene las manos y los pies fríos -y en verano las manos siempre cubiertas de sudor. ¿Qué más se puede pedir?-. Para llevar los pies calentitos alterno entre mis botines de andar por casa y calcetines gruesos monos como estos.


A partir de ahora, a ir añadiendo capas, como una cebolla.

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